viernes, febrero 12, 2010

Cuando un juego te transporta a tu infancia...


Hoy disfruté del dulce sabor del recuerdo de mi infancia. Trabajando un proyecto con los enanos acerca de nuestros juegos y los de nuestros padres, decidimos invitar a dos mamis a jugar con nosotros y enseñarnos sus juegos favoritos.

Así que corrí como loca jugando policías y ladrones, jugamos al avión (que acá en Chihuas se llama mamaleche), y al Resorte o liga.

Mientras los niños conocían estos "nuevos" juegos, y las mamis y las maestras recordábamos esos "viejos" juegos, sonreí recordando el olor de los árboles de mi calle, disfrutando del viento en mi cara y los gritos y risas.

Recordé el árbol contra el que me estrellé en bicicleta mientras mi papá me enseñaba, y de los pic nics en el parque hundido comiendo sandwiches y tacos de chicharrón recién hecho con guacamole y de los pastelitos miniatura que mi mamá me compraba para jugar al té (con su juego de té de porcelana china a escondidas).

Cómo disfruté mi infancia... Agradecí a Dios por mi hermano, quien siempre estuvo a mi lado, por mis amigos y mis primos, por la casa de mi abuela, mi padres, por mis maestros y la escuela.

Gracias por todos aquellos que estuvieron en esa etapa de mi vida y compartieron un pedacito de la suya conmigo. Y gracias mi Señor por haberte acercado a mi en mi infancia también.

Y corránle porque nos toca a nosotros ser policías!

Cuando te das cuenta de que todo lo que necesitas es amor.


Esta semana ha sido bastante interesante. Las personas a mi alrededor me han dejado participar de algunos de sus sentimientos más intensos, reprimidos o preocupantes.

He conocido aspectos de ellos y ellas que nunca había imaginado y la verdad, me han sorprendido.
Me he puesto a pensar en personas que buscan la aprobación de las personas que les rodean, que tratan de llenar las expectativas de otros; algunos más que se sienten solos o que sobrellevan como pueden una pérdida, o que simplemente no les importan las luchas que los demás puedan tener, mientras que no les impida disfrutar de objetos o aspectos personales.

Todo esto me ha estado dando vueltas en la cabeza y me ha hecho conciente de la gran necesidad que las personas tienen del amor en el mundo.
Y no solo ese amor que el mundo conoce, aunque se oye interesante y hasta musical, es cierto "All that you need is love"... pero solo aquel que llena, aquel que ES el amor.

La falta de conciencia de Dios en el mundo lo ha llevado a la soledad, al egoismo, a la tristeza y depresión. Que responsabilidad tan grande para los hijos del Rey.

Cómo es posible que vivamos así? ¿Cómo es posible que dejemos al mundo en su desesperación conociendo la paz y el perfecto amor de Dios?

Yo por mi parte he decido no refrenar ni ocultar su amor a quienes me rodean. Amar sin medida, decirle y mostrarle a mi compañero de vida todos los días cuanto le amo, así como a mi familia, reirme con mis pequeños mientras hacen "angelitos" tirados en el arenero, repartir abrazos entre mis amigas y amigos y mostrarle comprensión a las personas que pasen por mi camino.

No esperar un día del amor para demostrarlo, sino vivirlo cotidianamente. Gracias Señor por tu amor inefable!