viernes, agosto 11, 2006

Desde la trinchera


Hoy a través del blog de mi perro esposo encontré a una guerrillera como yo. Me impactó de tal forma leer su articulo de zapatos de cielo, no porque ignore la existencia de situaciones tales sino precisamente por conocerlas. Trajo a mi mente el recuerdo de algo similar; cuando mi esposo y yo estábamos considerando entrar en un seminario para asi poder acceder a la clase dominante del clero bautistre, comenzamos a investigar con un amigo nuestro víctima en ese entonces de ese sistema acerca de los requisitos y aspectos diversos. Cuando ya parecía una grandiosa idea, comentábamos con él la posibilidad de que yo estudiara una maestría en la UNAM mientras mi esposo estudiaba en el H. seminario. Con una mezcla de susto y risa en la cara, me dijo que aunque las parejas que vivian en el campus de la tierra escogida... ejem, perdón, seminario, tenían más ventajas que los solteros, si había una (infame) clausula... yo también tenía que estudiar. Cuando pregunté el porque, (puesto que no quería hacerlo), me dijo que la otra opción era tomar las clases para esposas de pastor (???), mientras que mi mente trataba de imaginar que cosa pudiera ser eso y se presentaba opciones que realmente pudiesen ayudar al ministerio pastoral, me atreví a preguntar (no sin antes sentir escalosfrios) que eran esas clases. Lo que escuché después de eso me dejó helada... "mmm, bueno puedes escoger entre varias cosas (me dijo...) por ejemplo: madera country, fomy, costura, cocina, ahh, y lo que si esta chido es que les enseñan a hacer letras como las de diplomas y títulos. (guau!!!!! lo que siempre quise!!!....) Me quedé viendolo, incapaz de articular palabra, y entonces él se echó a reir (yo esperaba que dijera que era broma) y me dijo: "sabía que ibas a poner esa cara".
Aún ahora lo pienso. A dos meses de terminar mi tesis de maestria sobre las relaciones de poder, procesos de resistencia y negociación, me doy cuenta de la falsa moral que como bautistas tenemos aún, de como se ha utilizado la biblia para conveniencia de quien ejerce el poder y como la libertad que Cristo ofrece es privativa para los hombres aún. Será acaso que como esposas de pastor, nuestro limitado intelecto nos permite únicamente servir para cocinar y coser?.
A veces creo que vivo al margen de todo lo propuesto, escucho los temas para las conferencias de la H. sociedad femenil bautista y ni siquiera considero ir, trato de crear espacios para mujeres que quieren pensar por sí mismas, estudiar sin miedo la palabra, darse cuenta que ser esclavas o sirvientas sin salario de los hombres no las hace estar más cerca de Dios, que nuestro señor tiene grandes planes para las mujeres y los hombres en su reino, que se puede honrar a los esposos y ser personas a la vez. Quien sabe, quizas descubra después que me he equivocado al no ser una "mujer virtuosa" tal y como la interpretan los que mandan y escriben, pero después de ver un librito del año del caldo que se llama: "como ser una joven encantadora" o algo por el estilo, pienso que tarde o temprano la sociedad va a cambiar de esquemas. Por mientras yo sigo en mi espacio de disidencia, donde puede existir el discurso oculto de resistencia que me permite acercarme a Cristo en libertad y entrañablemente.

"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" Gá. 3:28

jueves, agosto 03, 2006




Lluvias de gracia?

Es increible lo mucho que podemos equivocarnos al hablar... Hoy mi esposo me dijo algo que me me hizo pensar profundamente en algo: En incontables ocasiones podemos pasar de la bendición a la maldición, en un momento estamos completamente agradecidos con Dios y a los 5 minutos estamos quejándonos de algo. ¿Es que acaso no tenemos remedio? Esto sucedió hoy al estarme quejando de unas cuantas goteras que tenemos en casa, pero se me olvida que ¡TENEMOS UNA CASA DONDE VIVIR! y no solo eso sino trabajo, salud, sustento, y sobre todo, el cuidado de Dios en nuestras vidas. Y aunque alguien me dijo que me aventara una oración imprecatoria (las cuales por algún misterio divino me salen bien...) me puse a pensar que la lluvia es algo hermoso y necesario para la tierra, y en mis propias palabras de ayer... "lo peor de las goteras, es que me encanta la lluvia en la noche". Así que decidí disfrutar de las cosas hermosas que Dios ha hecho, aunque haya goteras, aunque hayan cosas que no son tan buenas a nuestro parecer es necesario dar gracias en todo pues es la voluntad de Dios... Y tú... ya diste gracias por algo?