Llegan momentos en la vida, en los que te encuentras en encrucijadas, en los que tienes que crecer y tomar decisiones y lidiar con sus consecuencias.
Siempre que me he encontrado en estos episodios de mi existencia, no puedo evitar esa sensación de desazón, esa impresión de no estar segura si lo que se elige es la mejor opción, si será cierto eso de "mas vale malo conocido que bueno por conocer".
Por lo general las decisiones de mi vida han sido buenas, o al menos no me he arrepentido de ellas. Gracias a ellas, vivi en un lugar hermosisimo durante cuatro años y conoci lo que es nevar de verdad, he tenido algunas excelentes, como elegir a la persona que llena de magia y felicidad mi vida y otras, que han sido las mejores pero no han dejado tan buen sabor de boca.
No sé que habría pasado si mis opciones hubieran sido otras, o si la elección que hice, diferente. Pero eso es crecer, es madurar, es aventurarte al futuro sin nada mas que esperanza en que vendrán tiempos mejores, pero sobre todo, que la voluntad de Dios se expresa a través de ello y que siempre que nos pongamos en sus manos y confiemos en que Él tiene control sobre todas las cosas.
lunes, septiembre 21, 2009
Decisiones
jueves, septiembre 10, 2009
Cuando un amigo se va
Es difícil pasar de una etapa a otra. Es difícil imaginar que alguien a quien veías a diario va a distanciarse un poco. Aunque sepas que es para mejor, alejarte de un amigo no es una tarea sencilla. Hoy una amiga y hermana querida se va de mi trabajo y aunque espero seguirla frecuentando no deja de darme nostalgia pensar que esas bromas y anécdotas cotidianas se acabarán.
Sobre todo cuando esa amiga es un oasis en el desierto, cuando es el lado amable, el refugio en la tormenta...
Hoy me siento melancólica, saber que mañana es todo lo que nos queda y que después ya no estará tu sonrisa hace que me sienta un tanto sola. Lo que me hace sonreirte aún, es saber que vas hacia el camino que Dios te ha puesto y que vas a crecer y ser de bendición en otro lugar.
Gracias por tu amor, tu amistad, tu risa franca. Gracias por ser mi amiga querida y por tenerme cada día en tus oraciones, tú estás en las mías y en mi corazón.